Donald Trump instala placas con burlas e insultos en los retratos de expresidentes en la Casa Blanca

El presidente Donald Trump ha reescrito a su gusto el legado de sus predecesores, instalando placas con descripciones partidistas y ofensivas bajo sus retratos en una nueva galería dentro de la Casa Blanca.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha añadido placas con textos subjetivos y críticos a la galería de retratos de expresidentes que instaló en septiembre en la columnata del Ala Oeste de la Casa Blanca, a la que ha denominado el “Paseo de la Fama Presidencial”.

Según una placa introductoria, la exhibición fue concebida por Trump como un “tributo a los presidentes pasados, buenos, malos y un tanto mediocres”.

Las inscripciones dedicadas a sus predecesores demócratas son particularmente críticas.

La placa de Joe Biden, cuyo retrato fue sustituido por la fotografía de un bolígrafo automático o “autopen”, lo califica como “el dormilón Joe Biden” y “de largo, el peor presidente en la historia de Estados Unidos”. Además, repite afirmaciones falsas sobre la elección de 2020. En el caso de Barack Obama, la placa utiliza su nombre completo, “Barack Hussein Obama”, y lo describe como “una de las figuras políticas más divisivas de la historia de Estados Unidos”.

Otros expresidentes también recibieron evaluaciones sesgadas.

La placa de Bill Clinton reconoce su “excelente” gestión económica “a pesar de sus escándalos” y recuerda la derrota de su esposa Hillary frente a Trump en 2016. La del republicano George W. Bush critica el inicio de las guerras en Afganistán e Irak, mientras que la de Ronald Reagan asegura que “ganó la Guerra Fría” y que era admirador de Trump. La biografía del propio Trump no escatima elogios, con afirmaciones consideradas inverificables sobre su gestión.

Según la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, los textos son “descripciones elocuentemente escritas” y el propio presidente “escribió directamente muchos de ellos”. Esta galería es uno de varios cambios que Trump ha impulsado para dejar su huella en la mansión presidencial, incluyendo la demolición del Ala Este para construir un gran salón de baile.