Más Allá del 'Sí, Acepto': La Sologamia y el Inédito Divorcio de una Influencer de Sí Misma



La influencer brasileña y trans Suellen Carey, residente en el Reino Unido, se convirtió en un fenómeno viral en 2023 al celebrar una ceremonia de sologamia, casándose consigo misma.
Durante el evento, recitó sus votos frente a un espejo, prometiéndose amor eterno y compromiso con su propio bienestar.
Su decisión generó un intenso debate en redes sociales, donde fue interpretada por algunos como un acto de empoderamiento y autoestima, y por otros, como una muestra de excentricidad. Un año después de su singular matrimonio, Carey anunció su decisión de divorciarse de sí misma, argumentando que la relación se había vuelto “insostenible” y “demasiado exigente”. La influencer declaró que su unión personal “no tenía futuro” y que ella ya no era “la persona ideal” para seguir a su lado. Durante el transcurso de su matrimonio, asistió sola a nueve meses de terapia de pareja para “reconciliarse consigo misma” y sanar heridas emocionales, concluyendo que necesitaba cerrar el ciclo para continuar con su crecimiento personal. El proceso de divorcio presentó un desafío legal sin precedentes para el sistema judicial británico. Al tratarse de una unión reconocida legalmente, y al no existir legislación para una separación “de uno mismo”, Carey tuvo que someterse a un proceso largo y complejo para conseguir finalmente la anulación oficial de su matrimonio.
Tras confirmarse la disolución, afirmó en una publicación: “A veces, amarse también significa dejarse ir”.
El caso de Carey ha visibilizado la sologamia, una práctica que simboliza la autoaceptación y el amor propio.
Aunque figuras públicas como Emma Watson o Britney Spears han manifestado tener relaciones personales de este tipo, no las han formalizado legalmente.
En países como México, la sologamia no tiene validez jurídica, ya que la ley estipula que el matrimonio debe celebrarse entre dos personas.
A pesar de que estas ceremonias simbólicas ganan terreno en algunas naciones europeas, ninguna religión las reconoce oficialmente.





