
Preparación de 'Checo' Pérez con Cadillac para la Fórmula 1



Tras su salida de Red Bull Racing, el piloto mexicano Sergio 'Checo' Pérez ha comenzado su preparación para regresar a la Fórmula 1 en la temporada 2026 con la nueva escudería estadounidense Cadillac. Como parte de su adaptación, Pérez visitó las instalaciones de General Motors en Charlotte, Carolina del Norte, y la base del equipo en Silverstone, Reino Unido, donde se reunió con todo el personal. El primer paso en su entrenamiento fue una sesión en el simulador del equipo.
Durante esta prueba inicial, el tapatío sufrió un choque virtual sin consecuencias físicas que fue compartido por la propia escudería.
El incidente generó diversas reacciones en redes sociales, siendo tomado como una anécdota curiosa en el proceso de adaptación del piloto a su nuevo entorno técnico.
Según los reportes, Pérez volverá al simulador la próxima semana para realizar pruebas más semejantes a las de un Gran Premio. El plan de preparación del piloto incluye también las Pruebas de Coches Anteriores (TPC), donde se espera que maneje un monoplaza Ferrari del año 2023. Esto se debe a que Cadillac, en su alianza con Andretti Global, utilizará motores de la escudería italiana durante sus primeras dos temporadas, 2026 y 2027, antes de que General Motors fabrique sus propias unidades de potencia entre 2028 y 2029. El debut oficial de 'Checo' Pérez y el equipo Cadillac en la Fórmula 1 está programado para el Gran Premio de Australia, que se celebrará en marzo de 2026. Previamente, el monoplaza será probado por primera vez en Barcelona durante la pretemporada. El contrato del piloto mexicano con la escudería se extiende hasta el año 2028.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó polémica al amenazar con retirar partidos del Mundial 2026 a ciudades gobernadas por demócratas, como Seattle y San Francisco, si las considera inseguras. Durante su mensaje desde el Despacho Oval, Trump dijo: "Si creemos que alguna ciudad puede ser siquiera un poco peligrosa para el Mundial (...) dado que se juega en tantas sedes, no lo permitiremos. Moveremos un poco las cosas. Pero espero que no sea necesario". Trump hizo especial énfasis en Seattle y San Francisco, señalando que están gobernadas por lo que llamó "lunáticos de la izquierda radical que no saben lo que se hacen". Estas declaraciones generaron preocupación entre autoridades locales y aficionados, ya que ambas ciudades tienen estadios programados para recibir partidos del torneo. El Lumen Field de Seattle, hogar de los Seattle Seahawks de la NFL, albergará seis partidos del Mundial 2026. Por su parte, el Levi's Stadium, ubicado en Santa Clara y sede de los San Francisco 49ers, también será escenario de seis encuentros. Estos recintos son parte de las 11 sedes que Estados Unidos compartirá con México y Canadá en la organización del torneo. Trump también mencionó que medidas similares podrían aplicarse para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028, lo que amplió la polémica sobre la seguridad y la gestión de eventos deportivos de gran magnitud en ciudades gobernadas por demócratas. Aunque Estados Unidos coorganiza el Mundial 2026, Trump no tiene autoridad legal para cambiar la sede de ningún partido. Sin embargo, el mandatario mantiene una relación cercana con Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien sí tiene la capacidad de tomar decisiones sobre los lugares donde se jugarán los encuentros. Otras ciudades estadounidenses que recibirán partidos, como Los Ángeles, Nueva York, Atlanta, Houston, Boston o Philadelphia, también están gobernadas por demócratas, lo que podría generar más tensiones si el presidente decide intervenir o presionar para modificar sedes. El sorteo de la Copa del Mundo 2026 se realizará el próximo 5 de diciembre en Washington, con la asistencia prevista de Trump. La expectativa es conocer los grupos y enfrentar posibles disputas sobre la seguridad en las ciudades seleccionadas, un tema que ha ganado relevancia tras las declaraciones del mandatario. Analistas señalan que, más allá de la retórica política, cualquier cambio de sede sería complejo y requeriría de negociaciones internacionales, ya que el Mundial es un evento con reglas estrictas de organización y planificación a largo plazo.


