El Futuro Eléctrico de México: Entre el Proyecto Nacional Olinia y los Desafíos del Mercado



La presidenta Claudia Sheinbaum ha confirmado el desarrollo de Olinia, la primera marca nacional de vehículos eléctricos, un proyecto enfocado en la movilidad urbana y no en la competencia con grandes fabricantes como Tesla. Olinia se perfila como un minivehículo diseñado para trayectos cortos en las ciudades mexicanas, con un nicho específico en la sustitución de mototaxis y vehículos de carga ligera. La gama de Olinia, presentada el 6 de enero de 2025, promete tres modelos —compacto de dos puertas, sedán de cuatro y una versión de carga— con precios que oscilarán entre 90,000 y 150,000 pesos, posicionándose como una alternativa a motocicletas y autos seminuevos. El desarrollo del proyecto está centralizado en Puebla, donde participan cerca de 70 profesores e investigadores de un equipo total de más de 200 especialistas. Esta iniciativa de estado, que involucra a la Secretaría de Ciencia, el Tecnológico Nacional de México, el IPN y la UNAM, tiene un calendario definido: el prototipo se espera para mediados de 2026 y la producción en serie para el primer trimestre de 2027. Las especificaciones técnicas apuntan a una autonomía superior a los 100 kilómetros, una velocidad máxima de 90 km/h y la capacidad de cargarse en cualquier enchufe doméstico.
Mientras el gobierno impulsa esta iniciativa nacional, el mercado de la electromovilidad en México enfrenta desafíos significativos. Según la Global EV Driver Survey 2025, el 61% de los usuarios mexicanos considera necesaria la creación de nuevas políticas públicas e incentivos para masificar la adopción de vehículos eléctricos. El principal obstáculo identificado es la falta de una infraestructura de carga amplia y confiable, especialmente en carreteras. Además, los consumidores en México muestran una mayor preocupación por la vida útil de las baterías en comparación con el promedio global. El panorama competitivo también está en plena transformación.
Marcas de origen chino como BYD, MG y Chirey han ganado terreno, alcanzando una participación conjunta del 9.4% en el mercado de vehículos eléctricos. En contraste, fabricantes tradicionales como Mazda han postergado la introducción de modelos 100% eléctricos en México, centrándose en vehículos con hibridación ligera y enchufables. Esta estrategia contrasta con la de competidores como Ford y Chevrolet, que ya ofrecen varios modelos de cero emisiones, evidenciando las diferentes velocidades de adaptación a la transición eléctrica en el país.










