Actividad sísmica en el Pacífico: Temblores en Oaxaca y Colima sin reporte de daños mayores



Un sismo con una magnitud reportada entre 5.2 y 5.6 sacudió la región de Oaxaca la noche del miércoles 3 de diciembre de 2025, alrededor de las 21:45 horas. El epicentro se localizó a 40 kilómetros al este de Crucecita, Santa María Huatulco. A pesar de que el movimiento fue perceptible de forma leve por algunos habitantes de la Ciudad de México, el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) determinó que la energía liberada no fue suficiente para superar los niveles de activación de la alerta en la capital del país. Tras el evento, tanto la Coordinación Nacional de Protección Civil como la Coordinación Estatal de Protección Civil y Gestión de Riesgos (CEPCyGR) de Oaxaca activaron sus protocolos de vigilancia y supervisión. Después de realizar las revisiones correspondientes en las ocho regiones del estado, las autoridades confirmaron la ausencia de daños en infraestructura, servicios básicos o personas lesionadas. Se instó a la población a mantenerse informada a través de canales oficiales ante la posibilidad de réplicas. Horas antes, durante la mañana del mismo miércoles, se registró otro sismo de magnitud 4.6 con epicentro a 25 kilómetros al noreste de Manzanillo, Colima, aunque inicialmente se reportó cerca de Cihuatlán, Jalisco. Este temblor fue sentido en varios municipios de Colima, la Costa Sur de Jalisco y en Coahuayana, Michoacán. A diferencia del sismo de Oaxaca, en el puerto de Manzanillo sí se activó la alarma sísmica local. La Unidad Estatal de Protección Civil de Colima descartó la alerta de tsunami para las costas y, tras la activación de protocolos, no se reportaron afectaciones relevantes. Ambos eventos sirvieron para que las autoridades, como el Centro Nacional para la Prevención de Desastres (Cenapred), reiteraran las recomendaciones a la población sobre cómo actuar durante y después de un sismo. Entre las medidas se incluye evacuar si es seguro, replegarse a zonas de menor riesgo, no usar elevadores, revisar las estructuras en busca de daños, no encender fuego hasta descartar fugas de gas y usar el teléfono solo para emergencias.











