El Pentágono vs. la Prensa: The New York Times Lidera la Batalla Legal por la Primera Enmienda



El periódico The New York Times, junto con su reportero del Pentágono, Julian E. Barnes, presentó una demanda ante el Tribunal de Distrito de Washington contra el Departamento de Defensa.
La acusación central es que las nuevas normas para la prensa, que entraron en vigor en octubre, vulneran los derechos constitucionales al restringir la capacidad de los periodistas para recabar información y hacer preguntas a los empleados del gobierno. La demanda, que busca una orden judicial para detener la aplicación de estas políticas, las califica de ilegales por atentar contra los derechos de la Primera Enmienda. Las nuevas directrices exigen que los reporteros firmen un formulario de 21 páginas que impone severas restricciones a sus actividades.
El incumplimiento puede resultar en la pérdida del pase de prensa, y el Pentágono se ha otorgado "discrecionalidad sin límites" para su aplicación. La política podría castigar la publicación de cualquier información no aprobada, sin importar si es clasificada o si la recopilación se hizo dentro o fuera de las instalaciones militares. Una de las cláusulas más preocupantes es la referente a la "solicitud" de información, que podría penalizar prácticas periodísticas rutinarias como pedir pistas a las fuentes. Estas medidas son el resultado de un esfuerzo del secretario de Defensa, Pete Hegseth, por limitar el acceso de la prensa. Desde su llegada al cargo en enero, Hegseth ha retirado los espacios de trabajo a medios de comunicación nacionales para ofrecerlos a medios conservadores y ha limitado la circulación de periodistas en el complejo. Como respuesta a las normas, decenas de periodistas, incluidos seis del Times, renunciaron a sus credenciales en octubre.
Otros grandes medios como ABC News, CBS News, CNN y Fox News Media también condenaron públicamente la política.
Este conflicto se enmarca en una serie de enfrentamientos legales entre la prensa y el gobierno durante la administración de Donald Trump. Sin embargo, a diferencia de casos anteriores que sancionaban a periodistas o medios específicos, estas restricciones del Pentágono se aplican a todo el cuerpo de prensa. Tras la salida de los medios tradicionales, el Pentágono anunció que un nuevo grupo de medios, en su mayoría pro-Trump, aceptó las condiciones y ahora ocupa el espacio de prensa.















