Trump intensifica su postura migratoria: defiende la violencia y considera el uso del ejército



En una entrevista para el programa ’60 Minutes’ de CBS, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que las redadas migratorias “no han ido lo suficientemente lejos”, culpando a “jueces liberales” designados por las administraciones de Biden y Obama por frenar sus esfuerzos. A pesar de ser cuestionado sobre videos que muestran a agentes federales empleando tácticas como arrojar personas al suelo, romper ventanas de autos y usar gas lacrimógeno en zonas residenciales, Trump defendió estas acciones como aceptables “porque hay que sacar a la gente”. Reiteró su argumento de que muchos de los detenidos son criminales, refiriéndose a ellos como “asesinos”. El mandatario también planteó la posibilidad de invocar la Ley de Insurrección para desplegar militares profesionales, como el Ejército o los Marines, en ciudades estadounidenses para llevar a cabo su agenda migratoria, afirmando que “ningún juez podría impugnar eso”. Dicha ley permite al presidente enviar tropas cuando las fuerzas locales se ven desbordadas, como ocurrió por última vez en 1992 bajo la presidencia de George H. W. Bush durante los disturbios de Los Ángeles. Sin embargo, autoridades estatales y locales actuales aseguran que las protestas contra las redadas no están fuera de control. Estas declaraciones surgen en un contexto en el que su gobierno ha ampliado un programa federal que autoriza a policías locales a hacer cumplir las leyes de inmigración. Según datos de Bloomberg News, esta expansión ha incorporado a casi 16,000 oficiales en 40 estados, lo que ha resultado en un aumento de los arrestos, especialmente en Florida.
No obstante, muchas agencias locales se han mostrado reacias a participar, y la medida ha generado preocupación por posibles casos de perfilamiento racial y presiones políticas sobre las fuerzas del orden.
Durante la entrevista, Trump eludió responder directamente si la intención de su gobierno es deportar a inmigrantes indocumentados que no son criminales, declarando que la política debe ser: “usted entró en el país ilegalmente, usted se va a ir”. También repitió su estimación, sin aportar pruebas, de que hay 25 millones de inmigrantes indocumentados en el país.










