El Desgaste del Mandato: La Economía y la Retórica Agresiva Ponen a Prueba a Trump

El presidente Donald Trump enfrenta una severa caída en sus índices de aprobación, impulsada principalmente por un persistente descontento económico que sus políticas no han logrado mitigar y una retórica exterior de línea dura.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, enfrenta el punto más bajo de aprobación de su presidencia, amenazando con una derrota para su partido en las elecciones intermedias. A diferencia de una caída anterior en abril, que fue revertida con ajustes tácticos como la reducción de aranceles, la crisis actual se debe a un profundo descontento económico que parece más difícil de solucionar. Trump, quien prometió reducir los precios al consumidor que aumentaron durante el mandato de Joe Biden, ahora se enfrenta a la misma realidad: la inflación persiste y es impopular. La administración se encuentra en un dilema económico.

La inflación sigue siendo demasiado alta, pero las altas tasas de interés para combatirla están debilitando el mercado inmobiliario. Bajar las tasas podría empeorar la inflación, mientras que subirlas contraería aún más el crecimiento.

La política fiscal no es una opción viable, dejando que los precios y el mercado inmobiliario se corrijan por sí solos.

Además, el gobierno prepara opciones arancelarias alternativas en caso de que la Corte Suprema anule algunas de sus decisiones clave. Las principales estrategias económicas de Trump también son objeto de críticas. Su agenda nacionalista, basada en aranceles y recortes migratorios, es vista como incompleta al carecer de políticas industriales y familiares de apoyo, lo que ha resultado en una caída del sector manufacturero. Al mismo tiempo, su gran apuesta por la carrera de la inteligencia artificial (IA) podría tardar demasiado en rendir frutos económicos para la población general, generando por ahora más ansiedad sobre la pérdida de empleos que beneficios tangibles. En el ámbito de la política exterior, Trump ha mostrado un tono más duro, declarando no estar “contento” con México por su lucha contra el narcotráfico. No descartó autorizar ataques contra los cárteles en territorio mexicano, en el marco de la “Operación Lanza del Sur”, que ya ha elevado la tensión con otros países de Latinoamérica como Venezuela.