Violencia Digital: La Amenaza Creciente que Exige una Respuesta Colectiva en México y Latinoamérica

En el marco de los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, diversas iniciativas en México y Latinoamérica exponen la creciente amenaza de la violencia digital, un fenómeno que trasciende las pantallas para impactar gravemente la vida real de mujeres, niñas y adolescentes.

ONU Mujeres, a través de su nueva directora para las Américas y el Caribe, Bibiana Aido, ha lanzado un urgente llamado para “cortar la cadena” de difusión de contenido digital que violenta a mujeres y niñas, instando a los Estados de la región a tipificar estas agresiones. Mediante la campaña ‘Ping’, la organización busca concientizar sobre cómo las tecnologías se convierten en armas para ejercer ciberacoso o difundir material íntimo sin consentimiento, una violencia que afecta al 40% de las mujeres en el mundo y puede tener consecuencias fatales como el suicidio. Además, se destaca la preocupación por el uso de inteligencia artificial para crear ‘deepfakes’ sexuales y se exhorta a las plataformas digitales a ser parte de la solución. En México, la respuesta se articula desde el nivel federal hasta el municipal. En Tamaulipas, el Instituto de las Mujeres, dirigido por Marcia Benavides, enfoca sus esfuerzos en prevenir y atender nuevas modalidades de agresión, como la creación de desnudos con inteligencia artificial, y ofrece acompañamiento a las víctimas. Por su parte, en San Andrés Cholula, Puebla, se realizó una jornada de prevención encabezada por la activista Olimpia Coral Melo, impulsora de la ley que lleva su nombre, para educar a los jóvenes sobre la violencia digital y las conductas que ahora son sancionadas, como el ciberasedio. La problemática se extiende a la protección de la niñez, como advierte la Policía Cibernética de Coahuila tras detectar un grupo en redes sociales asociado a la pedofilia. Esto subraya que los depredadores utilizan el anonimato del mundo virtual para el ‘grooming’ y la captación de menores. Se enfatiza que la primera línea de defensa es la supervisión parental, no como una invasión a la privacidad, sino como una medida esencial de protección que incluye el uso de controles parentales y la educación sobre los riesgos de compartir información personal.

Para hacer frente a esta amenaza, también surgen alianzas entre el sector público y privado.

Un ejemplo es el convenio entre la Secretaría de las Mujeres y Uber, que donará 1.9 millones de pesos, equivalentes a 18,000 viajes, para que mujeres puedan trasladarse a centros de atención. El acuerdo también contempla la difusión de derechos y buenas prácticas en materia de género. Iniciativas culturales como el ciclo de cine ProyectaDAS en Cancún se suman a estos esfuerzos, creando espacios para el diálogo feminista sobre las violencias digitales.