
Solidaridad civil y respuesta militar ante inundaciones en Hidalgo



Las intensas lluvias en la sierra de Hidalgo provocaron el desborde de ríos y deslaves que dejaron a varias comunidades incomunicadas, como Chapula en Tianguistengo y Huehuetla. El colapso de puentes y carreteras el 10 de octubre dejó a los habitantes en una situación crítica, obligándolos a buscar ayuda a través de videos enviados a familiares y amigos. En Chapula, la inacción del alcalde Febronio Rodríguez motivó una operación de rescate civil sin precedentes.
Migrantes mexicanos en Estados Unidos recaudaron más de un millón de pesos para rentar un helicóptero privado. Durante 72 horas, la aeronave evacuó a cerca de 250 personas, mientras la comunidad local improvisaba un helipuerto. A pesar de los obstáculos, incluyendo la presunta obstrucción del alcalde, el rescate fue un éxito, aunque se lamentó la pérdida de cinco miembros de una familia.
La comunidad expresó su profundo agradecimiento a los "héroes sin capa" migrantes.
En la región de Huehuetla, con la carretera Tulancingo–Huehuetla bloqueada, los propios vecinos organizaron cadenas humanas para transportar víveres a través de cerros cubiertos de lodo e incluso construyeron una tirolesa artesanal para cruzar la ayuda.
Los pobladores denunciaron que la ayuda gubernamental era insuficiente y su distribución ineficiente, sin llegar a las familias más necesitadas.
Paralelamente, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional establecieron un puente aéreo con 21 helicópteros para llevar toneladas de víveres y realizar evacuaciones médicas. Este operativo oficial incluyó el despliegue de personal de sanidad y comunicaciones en cada localidad para coordinar las peticiones de ayuda. A pesar de este esfuerzo militar, la percepción en algunas zonas afectadas fue de abandono institucional, donde la solidaridad comunitaria se convirtió en el principal soporte para sobrevivir a la catástrofe.
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