La 'Ley Silla' se Vuelve Obligatoria: Avances en Derechos Laborales Enfrentan la Incertidumbre Empresarial



Tras concluir el plazo de 180 días para su adaptación, la reforma a la Ley Federal del Trabajo, conocida como 'Ley Silla', es de cumplimiento obligatorio para todas las empresas en el país. La normativa, impulsada por el partido Movimiento Ciudadano desde 2023 y aprobada en diciembre de 2024, exige a los patrones garantizar un número suficiente de sillas con respaldo para que los empleados puedan descansar durante su jornada laboral, especialmente en sectores como el comercio, servicios, restaurantes y seguridad privada. El objetivo principal de esta legislación es proteger la salud y mejorar el bienestar de los trabajadores que permanecen de pie por periodos prolongados. Según datos del INEGI, al menos 3 millones de personas se verán beneficiadas directamente, previniendo padecimientos como insuficiencia venosa, várices, lesiones de rodilla, fascitis plantar y otros trastornos musculoesqueléticos. Cifras del IMSS indican que más del 65% de los empleados en los sectores de comercio y servicios desarrollan problemas de salud relacionados con esta condición laboral, por lo que se espera que la ley disminuya el ausentismo y las incapacidades médicas. Las empresas que incumplan con esta disposición enfrentarán sanciones económicas significativas.
Las multas van de 250 a 2,500 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), lo que equivale a un rango de entre 28,285 y 282,850 pesos. En caso de reincidencia, las autoridades podrían ordenar la suspensión temporal de actividades. La supervisión del cumplimiento de la ley estará a cargo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet), quienes darán seguimiento a las quejas. La implementación ha generado reacciones diversas. Mientras que en ciudades como Reynosa la gran industria maquiladora se ha adaptado con relativa calma, las pequeñas y medianas empresas muestran incertidumbre sobre su aplicación, especialmente por la falta de espacio. Se han reportado casos donde, a pesar de haberse colocado sillas, estas no cumplen con las especificaciones o, como denuncian algunos guardias de seguridad, no se les permite su uso, lo que evidencia los desafíos para garantizar que el espíritu de la ley se cumpla en la práctica.
















