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Vulnerabilidad en el Louvre: De un Robo Millonario a una Broma Viral, la Seguridad del Museo en Crisis

La seguridad del Museo del Louvre se encuentra nuevamente en el centro del debate público, después de que dos jóvenes influencers belgas lograran colgar su propio retrato en la misma sala que alberga a la Mona Lisa. Este incidente, que se suma a un reciente robo millonario, expone las fallas en la protección de uno de los recintos culturales más importantes del mundo.
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La seguridad del Museo del Louvre ha sido puesta en entredicho una vez más, luego de que dos tiktokers belgas, identificados como Neal y Senne, lograran burlar los controles del recinto para colgar un autorretrato en la Sala de los Estados, donde se exhibe la Mona Lisa. Los jóvenes, populares por sus bromas en redes sociales, documentaron y publicaron su hazaña en un video que rápidamente se viralizó, mostrando cómo ingresaron al museo con la fotografía enrollada en una bolsa de compras y un marco hecho con piezas de Lego desmontadas para no ser detectados. Según explicaron en su video, el plan consistía en pasar el control de seguridad, ensamblar el cuadro discretamente y colgarlo en la pared en menos de 30 segundos. Su objetivo inicial era colocar su “obra” junto a La Gioconda de Leonardo da Vinci, pero la gran cantidad de guardias y la proximidad de la hora de cierre del museo se lo impidieron. Ante la presión del personal para desalojar la sala, los influencers actuaron con rapidez y fijaron su retrato en una esquina del mismo salón antes de huir. Esta no es la primera vez que realizan una acción similar, ya que previamente lo habían hecho en el Museo de Bellas Artes de Gante, en Bélgica. Este episodio cobra mayor relevancia al ocurrir apenas un mes después del espectacular robo de joyas de la Corona francesa, perpetrado el 19 de octubre en el mismo museo. En dicho asalto, un comando de ladrones sustrajo en solo siete minutos piezas con un valor histórico incalculable, estimadas en 88 millones de euros.

Aunque se han realizado detenciones y recuperado dos joyas, la mayor parte del botín sigue desaparecida.

La broma de los tiktokers intensifica las críticas sobre la eficacia de los protocolos de seguridad del Louvre, que ya estaban bajo fuerte escrutinio tras el millonario atraco. Además de estas fallas de seguridad, el museo también enfrenta problemas estructurales, como lo demuestra el reciente cierre de una galería por fragilidad en sus vigas.

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