Negociaciones en Berlín: Zelenski busca garantías de seguridad a cambio de concesiones sobre la OTAN y territorio



El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, viajó a Berlín para reunirse con Jared Kushner y Steve Witkoff, enviados del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un esfuerzo por avanzar en un acuerdo de paz. Las conversaciones, auspiciadas por el canciller alemán Friedrich Merz, se centran en un plan de 20 puntos, garantías de seguridad para Ucrania y la reconstrucción económica del país. Antes de la reunión principal, Zelenski se coordinó con su equipo de seguridad y conversó telefónicamente con el presidente francés, Emmanuel Macron. El punto central de la demanda ucraniana son las garantías de seguridad "tipo Artículo 5" del Tratado de la OTAN, que serían legalmente vinculantes y aprobadas por el Congreso de EE.UU., además de contar con el respaldo de socios europeos y del G7.
A cambio, Zelenski ha aceptado que la adhesión a la OTAN no ocurrirá, marcando su principal concesión. Sin embargo, se opone firmemente a la propuesta estadounidense de retirar sus tropas de la región del Donbás, que incluye Donetsk y Lugansk.
En su lugar, Ucrania y sus aliados europeos abogan por congelar el frente actual con un alto el fuego para luego negociar el estatus de los territorios. La propuesta de la administración Trump, según informes, supedita las garantías de seguridad a la cesión de territorios por parte de Kiev. Esto implicaría la retirada de las fuerzas ucranianas de la parte oriental que aún controlan para crear una "zona económica libre" o "zona desmilitarizada". Por su parte, el Kremlin ha rechazado de antemano cualquier modificación al borrador original estadounidense y ha sido enfático en que un alto el fuego solo será posible después de la retirada de las tropas ucranianas. Además, Moscú insiste en que Ucrania no pueda ingresar a la OTAN y ha sugerido que la Guardia Rusa podría vigilar la zona desmilitarizada. Las negociaciones son seguidas de cerca por líderes europeos, de la UE y de la OTAN, quienes fueron invitados por Merz a Berlín para discutir el plan. A pesar de las posturas encontradas, tras una reunión de más de cinco horas, el representante estadounidense Steve Witkoff reportó que se habían logrado "progresos considerables".

















