
La jornada de violencia en Culiacán, que comenzó con el asesinato del policía estatal Fernando de Jesús Lagunes García, concluyó con un operativo de seguridad que resultó en la muerte de cinco presuntos atacantes. Este evento subraya los altos riesgos que enfrentan los cuerpos de seguridad y la persistente tensión en la ciudad debido a la actividad del crimen organizado.










