
Los aranceles estadounidenses al acero y aluminio han provocado una crisis de empleo significativa en la frontera de Coahuila, afectando a miles de trabajadores de la industria maquiladora. La medida ha encarecido los costos de producción y generado una profunda incertidumbre económica, evidenciando la dependencia del sector exportador mexicano de las políticas comerciales de Estados Unidos.









