
El peso mexicano se apreció significativamente frente al dólar, impulsado por una corrección técnica y un mayor apetito global por el riesgo, aunque persiste la cautela ante factores económicos y políticos tanto internos como externos.
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El peso mexicano se apreció significativamente frente al dólar, impulsado por una corrección técnica y un mayor apetito global por el riesgo, aunque persiste la cautela ante factores económicos y políticos tanto internos como externos.

La BMV inició noviembre con pérdidas por tercera sesión consecutiva, arrastrada por la caída de acciones clave como Kimberly-Clark y Peñoles, en un ambiente de cautela y toma de utilidades por parte de los inversionistas.

Wall Street inició noviembre con una jornada mixta: mientras el Dow Jones cayó, el S&P 500 y el Nasdaq subieron gracias al fuerte desempeño de las acciones tecnológicas vinculadas a la inteligencia artificial, aunque la debilidad persistió en el resto del mercado.

El sector de inteligencia artificial impulsó al mercado tecnológico, con las acciones de Amazon y Nvidia subiendo con fuerza tras anunciarse un acuerdo de 38 mil millones de dólares entre Amazon y OpenAI, y la obtención de licencias de exportación de chips por parte de Nvidia.

Las ventas de vehículos eléctricos sufrieron una fuerte caída en octubre tanto en Estados Unidos como en Europa, afectando a grandes fabricantes como Ford, Toyota y Tesla debido al fin de los créditos fiscales y al aumento de la competencia.

Analistas encuestados por Banxico mejoraron sus pronósticos para México, proyectando una menor inflación y un peso más fuerte para 2025 y 2026, aunque los riesgos externos siguen siendo la principal amenaza para el crecimiento económico.

El precio de ether cayó bruscamente, perdiendo hasta un 9%, después de que un ciberataque de más de 100 millones de dólares afectara al protocolo DeFi Balancer, exacerbando la incertidumbre en el mercado de activos digitales.

El mercado petrolero operó de manera estable, con los precios del WTI y Brent mostrando pocos cambios, mientras los inversionistas evalúan la decisión de la OPEP+ de frenar los aumentos de producción frente a los temores de un exceso de oferta y una demanda débil.

El oro mantuvo su estatus de activo refugio, con precios fluctuando alrededor de los 4,000 dólares por onza. La demanda del metal precioso sigue siendo impulsada por la incertidumbre comercial global y la búsqueda de seguridad por parte de los inversionistas.

Bitcoin experimentó una caída de más del 2% al iniciar la semana, cotizando por debajo de los 109,000 dólares, como reflejo de una aversión general al riesgo en los mercados y la creciente incertidumbre en el sector de activos digitales.