Noticias cortas: Bolsa nacional e internacional

El peso mexicano cerró la semana con una depreciación marginal frente al dólar, rompiendo su racha positiva de tres semanas. La causa principal fue la incertidumbre por el cierre de gobierno en EE.

UU., que contrarrestó la debilidad global del dólar y factores internos positivos.

El cierre del gobierno estadounidense fue la principal fuente de incertidumbre para los mercados mexicanos. La suspensión de reportes económicos clave, como el de empleo, afectó la toma de decisiones de los inversionistas y fue el catalizador directo de la depreciación semanal del peso.

A pesar de registrar un nuevo máximo histórico, la BMV cerró la semana con una pérdida del 0.52%. La volatilidad fue la constante, y la incertidumbre externa finalmente superó el optimismo inicial, llevando a la mayoría de las principales emisoras a terreno negativo.

Los mercados de Wall Street cerraron la semana con ganancias y récords históricos para el Dow Jones y el S&P 500. El optimismo, impulsado por el sector tecnológico y las expectativas de un recorte de tasas de la Fed, superó la preocupación por el cierre del gobierno.

El débil desempeño del sector servicios en EE.

UU. y la falta de datos por el cierre de gobierno reforzaron las expectativas de un nuevo recorte de tasas de la Fed en su próxima reunión. Esta previsión, apoyada por declaraciones de miembros del banco central, marcó el sentimiento de los inversionistas.

La fortaleza del sector tecnológico fue el principal motor de las ganancias en los mercados de capitales globales. Noticias como la valoración récord de OpenAI y alianzas estratégicas clave permitieron a los índices bursátiles, especialmente en EE. UU., cerrar la semana en positivo a pesar de la incertidumbre política.

Noticias positivas en México, como un reporte de inversión fija bruta mejor de lo esperado y la mejora en la calificación de Pemex por parte de Fitch, no fueron suficientes para impulsar a los mercados locales. La incertidumbre externa por el cierre de gobierno en EE. UU. dominó el sentimiento de los inversionistas.

El dólar estadounidense se debilitó globalmente, con su índice ponderado cayendo un 0.44% debido a la incertidumbre por el cierre de gobierno. A pesar de esta tendencia, el peso mexicano no logró beneficiarse y fue una de las pocas divisas que se depreciaron, destacando su alta sensibilidad a los riesgos específicos de EE.

UU.

La caída semanal de la BMV se vio reflejada en el mal desempeño de sus principales componentes.

Empresas como Grupo Aeroportuario del Sureste, Megacable, Alsea, Inbursa y Televisa registraron pérdidas superiores al 4.5%, evidenciando una aversión al riesgo generalizada en el mercado accionario mexicano.

A diferencia de la tendencia global, el peso mexicano fue una de las pocas divisas que se depreciaron frente al dólar. Su caída del 0.14% lo situó entre las monedas de peor desempeño, lo que subraya la alta sensibilidad de la economía mexicana a la incertidumbre política y económica de Estados Unidos.