
La imposición de aranceles del 100% por parte de Trump a China marca una severa escalada en la guerra comercial, provocando inestabilidad en los mercados financieros y poniendo en duda futuros encuentros diplomáticos. La medida es una represalia directa a los controles de exportación de tierras raras de Pekín, intensificando la confrontación entre las dos mayores economías del mundo.









