
Las sanciones del Tesoro de EE. UU. provocaron una reestructuración significativa en el sector financiero mexicano, forzando la liquidación de CIBanco y la venta de gran parte de los activos de Intercam y Vector a diversas instituciones como Kapital Bank, Finamex, Bancoppel, Multiva e Insigneo, para proteger la estabilidad del sistema.










