
La planeada adquisición de Estafeta por parte de UPS, que habría creado un actor dominante en el mercado logístico mexicano, fue cancelada por no lograr un acuerdo en los términos finales. Estafeta seguirá operando como una empresa mexicana independiente, mientras que la estrategia de expansión de UPS en la región enfrenta un revés, a pesar de haber contado con la aprobación regulatoria de la Cofece.