
Las severas condiciones meteorológicas han desatado una tragedia nacional con decenas de muertes y una amplia devastación.
Aunque el gobierno federal ha desplegado a las fuerzas armadas y prometido ayuda integral, la visita presidencial ha evidenciado la frustración ciudadana ante la velocidad de la respuesta, subrayando el enorme desafío que representan la gestión de desastres y la confianza pública en momentos de crisis.










