
El primer aniversario de la guerra interna del Cártel de Sinaloa deja a Culiacán sumida en una profunda crisis de seguridad, con cifras récord de homicidios y desapariciones. El conflicto ha devastado el tejido social y económico, y a pesar de la presencia de fuerzas de seguridad, la violencia continúa rebasando la capacidad de las autoridades, generando un clima de miedo e incertidumbre en la población.