
La perforación del drenaje pluvial durante la construcción de la Línea 4 del Metro ha generado una crisis de confianza en uno de los proyectos de infraestructura más importantes del gobierno estatal. La falta de permisos, la respuesta inicial de las autoridades y las advertencias de especialistas sobre riesgos de inundaciones y seguridad estructural han provocado un fuerte conflicto político y una creciente preocupación ciudadana sobre la planificación y ejecución de la obra.










