
El chip M5 de Apple representa un salto generacional, especialmente en capacidades de IA y rendimiento gráfico, gracias a su arquitectura de 3nm y la inclusión de aceleradores neuronales en la GPU. Su potencia, que rivaliza con chips de gama alta de generaciones anteriores como el M1 Ultra, redefine el estándar para los modelos base de Mac y iPad, y posiciona a Apple para competir en la era de la IA directamente en el dispositivo.











