
La imposición de aranceles del 25% a camiones y 10% a autobuses por parte de EE.
UU. genera una fuerte incertidumbre en la industria automotriz mexicana, afectando a grandes exportadores. Mientras fabricantes estadounidenses como GM y Ford respaldan la medida, el sector en México se prepara para un impacto significativo en su competitividad y en las negociaciones del T-MEC.










