
El hito de Nvidia de los 5 billones de dólares no solo redefine los límites del mercado bursátil, sino que también confirma el papel de la inteligencia artificial como la principal fuerza transformadora de la economía global. El futuro de la compañía, aunque prometedor, estará marcado por la gestión de las tensiones geopolíticas y la sostenibilidad de la euforia inversora en el sector de la IA.










