
La investigación sobre el asesinato de Carlos Manzo ha destapado una trama compleja que involucra al crimen organizado (CJNG), la posible traición de su equipo de seguridad y la ejecución extrajudicial del sicario. Las detenciones del autor intelectual y siete escoltas, junto a la fuga de un octavo, marcan un avance significativo pero problemático, que evidencia profundas fallas de corrupción y seguridad en Michoacán.










