
El homicidio en el CCH Sur expuso profundas vulnerabilidades de seguridad en la UNAM, provocando paros masivos y temor generalizado. La respuesta de la Rectoría combina medidas de vigilancia reforzadas con un enfoque crucial en la salud mental para abordar las causas subyacentes de la violencia, aunque la comunidad universitaria exige resultados tangibles y un entorno seguro para reanudar la normalidad académica.












