
La estrategia de máxima presión de Trump hacia Venezuela, que incluye fuerza militar letal y operaciones de inteligencia, ha creado un escenario de alta tensión en el Caribe.
Mientras Washington lo enmarca como una guerra contra el narcoterrorismo, Caracas lo denuncia como un preludio a una intervención, generando incertidumbre y preocupación en la comunidad internacional.















