
La decisión del Departamento de Transporte de EE.UU. de finalizar la alianza Delta-Aeroméxico para 2026, citando prácticas anticompetitivas derivadas de políticas aéreas mexicanas, introduce una reconfiguración significativa en el mercado aéreo binacional.
Aunque las aerolíneas y ASPA alertan sobre posibles impactos negativos en empleos y conectividad, aseguran que los beneficios para los pasajeros, como los códigos compartidos, continuarán por ahora.