
La cancelación de 13 rutas aéreas por parte de EE. UU., en respuesta a la política mexicana sobre el AIFA, ha generado una enérgica respuesta del gobierno de Claudia Sheinbaum, quien defiende la soberanía nacional y busca una solución diplomática. La medida amenaza con tener un impacto económico considerable en el sector turístico y de negocios, y ha abierto un nuevo frente de tensión en la relación bilateral.











