
El discurso de Trump en la ONU fue una contundente exhibición de su doctrina “America First”, caracterizada por una crítica directa a la efectividad de la organización, una retórica severa sobre la migración y el cambio climático, y amenazas a sus adversarios. Se posicionó como un solucionador de problemas globales que opera de forma independiente a los organismos internacionales, reafirmando sus políticas nacionalistas en economía y seguridad.












