
Un nuevo caso de gusano barrenador en Nuevo León ha provocado una enérgica reacción de Estados Unidos, que lo considera una amenaza a su seguridad nacional y no descarta mantener el cierre fronterizo.
Mientras México asegura que el brote está contenido y pide decisiones técnicas, la tensión económica y diplomática aumenta, afectando gravemente al sector ganadero nacional.










