
Tyler Robinson, de 22 años, fue detenido como presunto asesino de Charlie Kirk.
Su captura se facilitó por la intervención de su padre, quien lo reconoció en imágenes y lo instó a entregarse. Robinson enfrenta cargos de homicidio agravado, y la investigación reveló que el rifle utilizado tenía municiones con mensajes antifascistas y de la cultura de los videojuegos, lo que sugiere una posible motivación ideológica.












