
La situación humanitaria en Gaza es crítica, con una hambruna generalizada que afecta de manera desproporcionada a niños y mujeres embarazadas. La ayuda que ingresa es insuficiente y los desafíos logísticos, como las carreteras destruidas, impiden su distribución efectiva, mientras la población vive en un estado de incertidumbre constante sobre la continuidad de la tregua.










