
El primer mes del alto el fuego en Gaza se caracteriza por una tregua precaria, con acusaciones mutuas de violaciones, un número significativo de muertes palestinas y una crisis humanitaria agravada por las restricciones a la ayuda. La desconfianza entre las partes y la falta de avance hacia la segunda fase del plan de paz mantienen la región en un estado de alta incertidumbre.










