
La masiva fuga de agua y el consecuente corte de suministro a gran escala exponen un déficit crítico en la infraestructura de Tijuana. Mientras las reparaciones de emergencia avanzan, el evento subraya la necesidad impostergable de una inversión a largo plazo para modernizar el sistema hídrico y garantizar la prestación de servicios públicos esenciales a una población en constante crecimiento.