
La ruptura del acueducto Florido-Aguaje causó una severa crisis de agua en Tijuana y Rosarito, afectando a 632 colonias. El incidente, atribuido a la antigüedad de la tubería, subrayó la necesidad urgente de inversión en infraestructura. Las autoridades proyectaron un periodo de 72 horas para la reparación y recuperación del servicio mientras atendían los daños materiales ocasionados.