
La investigación federal contra el alcalde Ismael Burgueño Ruiz por supuestos vínculos con operadores financieros de cárteles marca un momento crítico para la gobernanza de Tijuana. Su inasistencia ante la FGR y la extensión de la pesquisa a otros funcionarios señalan una posible crisis de corrupción con serias implicaciones políticas y de seguridad para la ciudad.










