
El ataque en Parral fue una ejecución selectiva contra un líder criminal que se convirtió en una masacre, reflejando la brutalidad de la guerra entre cárteles. El suceso destaca el perfil delictivo de la víctima principal, la violencia indiscriminada contra civiles y las tácticas de los grupos armados para evadir a la justicia, como el bloqueo de carreteras.











