
El cese de los canales musicales de MTV representa un punto de inflexión en la historia de la televisión, confirmando el dominio de las plataformas digitales sobre los medios tradicionales. La medida, impulsada por una reestructuración corporativa y cambios en el consumo de la audiencia, marca el fin del formato que convirtió a MTV en un ícono cultural, aunque su legado permanecerá en la memoria colectiva y en sus nuevas estrategias de contenido digital.






