
La imposición de un arancel del 25% por parte de EE.UU. a camiones medianos y pesados fabricados en México, vigente desde el 1 de noviembre, representa una amenaza directa para un sector exportador vital. Esta medida eleva los costos de producción, presiona la cadena de suministro y podría reducir la competitividad de la industria automotriz mexicana en la región.










