
La aprobación de la Ley de Ingresos 2026 consolida la estrategia fiscal del gobierno, pero agudiza la confrontación política en torno al manejo de la deuda pública.
Mientras el oficialismo defiende el endeudamiento como una herramienta para el desarrollo social, la oposición advierte sobre un riesgo financiero sin precedentes, marcando un profundo desacuerdo sobre el rumbo económico de México.













