
El 'Plan Michoacán' representa la respuesta más contundente del actual gobierno federal a una crisis de seguridad estatal, combinando una inversión masiva y un despliegue militar histórico. Los primeros resultados incluyen cinco detenciones y la incautación de un arsenal significativo, aunque el éxito a largo plazo dependerá de su capacidad para superar los fracasos de estrategias previas y abordar de manera efectiva tanto las causas sociales como las estructuras criminales arraigadas en la entidad.










