
La campaña militar ordenada por Donald Trump contra supuestas 'narcolanchas' ha dejado un saldo de decenas de muertos y ha sido ampliamente condenada a nivel internacional como una serie de 'ejecuciones extrajudiciales'. A pesar de la controversia, la administración estadounidense defiende sus acciones como una medida necesaria para proteger su seguridad nacional del narcotráfico, manteniendo una fuerte presencia militar en la región.













