
La Operación "Lanza del Sur" representa una significativa escalada militar de Estados Unidos en el Caribe bajo la justificación de la lucha antinarcóticos, lo que ha provocado decenas de muertes y un agudo conflicto diplomático con Venezuela, que la percibe como una amenaza directa a su soberanía. A pesar de las declaraciones ambiguas de Trump, el masivo despliegue militar y la retórica de su administración sugieren una campaña de presión sostenida con consecuencias geopolíticas inciertas.















