
El homicidio del líder limonero Bernardo Bravo en Apatzingán subraya la profunda crisis de extorsión del crimen organizado en la región. Las autoridades respondieron con la captura de un presunto responsable, pero el suceso evidencia la vulnerabilidad de los productores y la necesidad de estrategias de seguridad más efectivas para proteger al sector agrícola de la violencia.










