
La liquidación de CIBanco, detonada por las graves acusaciones de autoridades estadounidenses y la consecuente pérdida de confianza, representa un evento significativo para el sistema financiero mexicano. Aunque la intervención del IPAB asegura la protección de los ahorros de la mayoría de los clientes, el caso subraya la vulnerabilidad de las instituciones nacionales ante acciones regulatorias internacionales y las severas consecuencias de ser implicadas en redes financieras ilícitas.













