
La reacción del mercado a la oferta de Grupo México por Banamex fue abrumadoramente negativa, resultando en una pérdida masiva de valor para la compañía y arrastrando a la bolsa en general. El escepticismo de los inversionistas se centra en el elevado endeudamiento que implicaría la compra y la falta de sinergias estratégicas entre el negocio minero-ferroviario del conglomerado y el sector bancario.











