
El primer informe de la Sindicatura Procuradora refleja un volumen considerable de trabajo en materia de fiscalización y control interno, atendiendo un alto número de denuncias ciudadanas. Aunque se destacan avances en transparencia y rendición de cuentas, la cantidad de quejas, especialmente contra la policía, evidencia los persistentes desafíos en la conducta de los servidores públicos de Tijuana.










